lunes, 20 de abril de 2020


Martes, 21 de abril

Hola, hola fatimer@s, ¿cómo seguimos? ¿Cómo?

No os preocupéis, que aquí llega vuestro grupo de apoyo favorito, para alegraros un poco el cuerpito.
Hoy os traemos 2 actividades de esas que tanto nos gustan...chulas, chulas, chulas.

Pero antes, no dejéis de ver la historia de esta niña que os dejamos a continuación. Os va a ganar desde la primera nota musical. 


Pincha en la imagen


Preciosa ¿verdad? Creo saber lo que sentís ahora mismo, algo así como una mezcla de ternura y tristeza. 
Os proponemos ahora unas sencillas preguntas para que las trabajéis junto con vuestros tutores, y que os servirá para reflexionar sobre lo que verdaderamente encierra esta historia. A por ello...
Recordad...


¡¡Que el ánimo no decaiga!! que aquí la cosa no acaba...

ME PONGO TUS ZAPATOS

En esta ocasión, vamos a organizar un desfile de zapatos. Pero, ¡atención!, no uno cualquiera, no... Este desfile viene acompañado de una importante condición: No podemos desfilar con los nuestros, tenemos que ponernos los zapatos o las zapatillas de otro miembro de la familia. 
Revolvemos el fondo de armario, y sacamos esos tacones de mamá, esos zapatos que eran del abuelo, esas sandalias tan modernas que se compró la tía en verano... 
Durante un ratito, caminamos delante del resto como grandes modelos con esos improvisados zapatos que tanto nos favorecen. Tras este rato divertido, nos sentamos todos en círculo, y vamos a contar cómo nos lo hemos pasado. Aprovechamos este momento, para hacer preguntas como:  ¿Cómo te has sentido con los zapatos de otra persona? ¿Te gusta sentirte como otra persona? ¿Cómo se siente la otra persona? ¿Qué cosas hace? ¿Qué gestos hace?

Es importante aprender a ponerse en el lugar del otro. Solo así podemos saber cómo se siente, y cambiar nuestra manera de actuar y pensar sobre él/ella; aspectos fundamentales para mejorar la convivencia. 


BOTE DE LA COMUNICACIÓN

Solo necesitamos papel, bolígrafo, tijeras y un bote (o caja).
Elegimos un tarro entre todos y lo decoramos juntos, colocándolo luego en un lugar accesible para todos. Junto al tarro, ponemos trocitos de papel donde podemos escribir o dibujar aquello positivo que nos ha pasado.

Durante la semana cada miembro de la familia debemos ir escribiendo, o dibujando, en el papel esas cosas que otro miembro de la familia ha hecho por nosotros y nos ha hecho sentir bien. Luego lo recortamos y guardamos dentro del bote. 
Una vez a la semana, nos reunimos toda la familia y leemos las frases, o dibujos. Por turnos cogemos un papel al azar, leemos la frase e intentamos averiguar quién la ha escrito y a quién se refería. Luego dejamos que esas dos personas implicadas comenten lo que pasó aquel día y cómo se sintieron.
¡¡IMPORTANTE!! Las frases no pueden leerse ni el bote abrirse hasta el día acordado. 

¿Mejor, no? Esa es nuestra intención, que paséis unos ratos divertidos, con los padres o los tíos. 
Toca despedirse...
Tranquilos, que aquí no acaba la cosa. Cuando menos lo esperéis, por aquí de nuevo nos tendréis. 

Ole por vosotros, ole por nosotros, y ¡¡ole por nuestra comunidad educativa!!

Una vez más, gracias por vuestra dedicación. Sois únicos.









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